El flujo turístico vasco aporta 70.000 pernoctaciones a este destino.

Productos sevillanos sanos y sabrosos de reconocido prestigio, como el aceite de oliva, las aceitunas, quesos, vinos o pescados han sido la materia prima de las tapas servidas en las reuniones promocionales de la capital andaluza y provincia que se han desarrollado en Donostia-San Sebastián y Bilbao.
Esta actuación se ha centrado en sendos “show-cooking” dirigidos por David Miralles, joven chef del prestigioso y sevillano Hotel Palacio de Villapanés. Y la motivación ha sido estrechar lazos, a través de la gastronomía, entre empresarios e instituciones sevillanos con operadores turísticos y periodistas especializados vascos.

Representantes de la hostelería, del Consorcio Turismo de la ciudad de Sevilla y de la Diputación Provincial -a través de su sociedad de promoción (Prodetur)- han participado en estos encuentros, en el marco del Basque Culinary Center-BCC, de Donostia-San Sebastián, y en el restaurante Los Fueros, de Bilbao.
El País Vasco, importante mercado emisor
Miembros de la delegación andaluza han destacado la importancia que conceden al País Vasco como mercado emisor hacia la capital de Andalucía, tanto en número de viajeros como de pernoctaciones, que ronda las 70.000 en lo que va de año, han desvelado a imagen vasca.

“Subir al norte y no visitar San Sebastián o Bilbao o Vitoria, es tanto como bajar al sur y no visitar Sevilla, la capital histórica, monumental, espiritual y también política de Andalucía”, ha manifestado el presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla, Manuel Otero Alvarado, que encabeza la delegación.
La existencia de un enlace aéreo directo entre Bilbao y Sevilla facilita el flujo turístico, que va en aumento hacia la capital hispalense y numerosos pueblos de la provincia, pletóricos de encantos, han subrayado las citadas fuentes.
Sevilla es mucho más que la Catedral y la Giralda, los Reales Alcázares o el Archivo de Indias, monumentos reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad y que motivan multitud de visitas.
Están también los pueblos sevillanos, monumentales como Carmona, o Écija, o Osuna; pegados y preñados de Doñana, como Villamanrique, Isla Mayor, Puebla o Lebrija; o que señalan sus límites en el norte, con su accidente geográfico en la ondulada Sierra Norte, con Cazalla o Constantina o Alanís, o en su límite sur en Morón. Y en medio la campiña y el Aljarafe, tierra de vinos que llegaron a América en edad muy temprana. Golf, naturaleza, deportes, turismo ecuestre y coloristas experiencias que se ofrecen todo el año.
La gastronomía, otro recurso turístico sevillano
Entre los grandes atractivos de la capital y provincia está la gastronomía, algo muy valorado en el País Vasco.
David Miralles nos ha ofrecido, entre otras delicias, pescaíto frito y adobos. Mini pavías de bacalao al carbón de Doñana. Tortillita de camarón con pan de focaccia de Isla Mayor. Cola de toro al estilo de la Real Maestranzaa. Sorbete de licor de naranja. De postre, vainilla, yemas de San Leandro de los conventos sevillanos, tortas de aceite y piononos del Arahal. Y para hacer boca, un surtido de aceitunas exquisitas, de manera muy especial las de la variedad gordal.
Han sido algunas de las suculencias que hemos degustado, regadas con vinos de la tierra, de bodegas del Aljarafe, o de la Sierra Norte, como los dos polos más relevantes de su cada vez más rica producción vinícola. Un menú en pequeñas dosis conformado por ingredientes de la cultura culinaria andaluza, esta vez llevada a los fogones con imaginación y maestría.
(www.turismosevilla.org, www.visitasevilla.es, www.sevillacb.com)
Fotos: Elena M. (monumentos) y Noski Consulting (“show-cooking”)