El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado esta mañana un informe parlamentario mediante el que se insta a la Comisión Europea a reconocer los oficios de las mujeres de la mar, entre las que figuran las rederas, neskatillas y empacadoras que trabajan en Euskadi. El documento fue aprobado en enero por la comisión de pesca y ha sido respaldado esta mañana con el apoyo de 468 de los eurodiputados que han participado en las votaciones.
El respaldo plenario al documento tal y como salió de la Comisión de Pesca recoje las aportaciones contenidas en la mayor parte de las enmiendas presentadas por el PNV que llevó a Bruselas el testimonio de las interesadas. Esa comparecencia ha sido clave para el buen éxito de las propuestas presentadas.
Recordando aquel testimonio, Izaskun Bilbao Barandica ha llevado hoy al pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo, «la voz de las mujeres del salitre, de personas que cosen redes, que descargan pescado, que abastecen barcos. Son las rederas, empacadoras y neskatillas, que realizan un trabajo hasta ahora invisible, nunca reconocido en los programas europeos ni en la legislación de los estados miembros». La política bermeana ha destacado que las mujeres que necesitan este reconocimiento europeo «son personas sencillas, como mi madre, que han pasado la vida trabajando mientras rezaban para que la mar les devuelva completa a la familia, mientras dan vida a nuestra costa: cuidando la casa, ejerciendo profesiones que requiere un complejo aprendizaje, empleos con horarios intempestivos e irregulares, duros, imprescindibles». Izaskun Bilbao Barandica ha calificado a las rederas, neskatillas y empacadoras como «retaguardia de la flota, de nuestra flota vasca de pesca» y ha pedido «justicia y sensibilidad para ellas apoyando el informe que reconoce su trabajo y aprobó la comisión de pesca del Parlamento Europeo».
Las enmiendas incorporadas recogen en primer lugar el caso específico de las mujeres vascas que se dedican a oficios auxiliares pesqueros. En concreto se ha incluido tanto la denominación, rederas, neskatillas y empacadoras, como una descripción de las funciones que realizan, «confección y reparación de artes de pesca, descarga y clasificación de pescado, abastecimiento de productos al buque y procesamiento, transformación, empaquetado y comercialización del pescado o gestión de las empresas pesqueras». Las enmiendas aprobadas abogan igualmente por el reconocimiento de los derechos sociales que corresponden a unos oficios vinculados a las posibilidades de la pesca. Además se defiende la aplicación de coeficientes que permitan anticipar la edad de jubilación «por la penosidad del trabajo, nocturnidad, peligrosidad, horarios sometidos al ritmo de producción o posibilidades de pesca».
La resolución insta también a Comisión, Consejo y estados miembros a «regular y reconocer» las enfermedades profesionales y su reconocimiento como profesionales con una formación específica. A tal efecto las aportaciones jeltzales incorporadas al informe proponen que los estados miembros pongan en marcha «procesos para la obtención de certificados de profesionalidad por parte de las mujeres de los diferentes colectivos». El PNV ha conseguido además que la Eurocámara solicite formalmente a la Comisión Europea que los programas europeos impulsen «iniciativas empresariales no relacionadas con la actividad de la pesca en aquellas zonas costeras que hayan sufrido pérdidas de empleo a consecuencia de la aplicación de la reforma pesquera».