En este centro se da de comer y cenar diariamente a unas 140 personas necesitadas.

El Comedor San Antonio, que atienden desde hace sesenta años los Hnos. Franciscanos de Iralabarri-Bilbao, actualmente ocho, ha recibido hoy el reconocimiento de “Personaje silencioso de la Villa”, otorgado por segundo año por un Jurado de nueve relevantes miembros y presidido por el empresario de alimentación Rafael Soto.
En el referido equipamiento, una institución benéfico-social y sin ánimo de lucro, se da de comer y cenar diariamente a una media de 140 personas necesitadas, a algunas de las cuales se les sirven los víveres a domicilio por diversas circunstancias, ha explicado el hermano Toño, quien ha recibido la distinción acompañado por Kepa y Mari Ángeles, representantes del amplio y entusiasta voluntariado que trabaja en tan altruista labor, que incluye el acompañamiento y ayuda y que es más relevante aún en situaciones de crisis, como la que afecta a nivel estatal sobre todo a las clases más vulnerables.
La plasmación alegórica de este solidario cometido la ha realizado el pintor K-Toño en un cuadro que les ha sido entregado a los representantes del comedor, entre otros presentes que testimonian el reconocimiento hacia ellos por parte de la ciudadanía de Bilbao. Uno de los obsequios lo ha hecho llegar el doctor Martínez Bourio, cirujano-jefe de la Plaza de Toros bilbaína y distinguido de similar manera en el 2012.
Una labor silenciosa
El portavoz de esta iniciativa, Marino Montero, ha desvelado a imagen vasca que la terna de aspirantes la completaron este año la Asociación de Ayuda en Carretera/DYA y el Club de los Leones, “instituciones ambas de similares méritos, por lo que la elección, mediante votación popular, fue complicada”, ha comentado.
Explica que con este reconocimiento se pretende “agradecer públicamente a aquellas personas o entidades que se dedican de forma eficaz y desinteresadamente, de manera silenciosa, a procurar el bien de Bilbao y sus convecinos, sin preocuparse de obtener fama ni compensación económica alguna”.
De la fiesta de reconocimiento ha formado parte una cena benéfica con asistencia superior al centenar de comensales, a los que se han sumado los integrantes de la “mesa cero”, es decir, quienes sin participar en el ágape han aportado su óbolo para colaborar en la recaudación, destinada a la adquisición de alimentos de primera necesidad para repartir en el comedor.
La reunión, muy emotiva, se ha desarrollado en el hotel Silken Indautxu, que ha colaborado con esta acción solidaria junto con conocidas empresas vascas, como Eguino (El Bacalao de Bilbao).
Además de su marcado carácter benéfico-social, la fiesta ha tenido un acento cultural que han aportado el txistulari Mikel Bilbao, el cantautor Iñaki Basabe, la Coral Arraizpe de Rekalde y el magoValen. La presentación ha corrido a cargo del periodista y taurófilo madrileño José Luis Carabias, distinguido a su vez como “personaje humilde” porque “pudiendo haber nacido en Bilbao, lo hizo en las afueras”, se ha explicado a la concurrencia.
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