Las previsiones de crecimiento de Euskadi para este año se sitúan entre el 1,1% y el 1,6%, y una evolución similar para Bizkaia. Las mismas estimaciones, hace sólo unos meses, situaban esta previsión de crecimiento en el 1,2%, porcentaje que debido a las nuevas circunstancias internacionales, se debe corregir a la baja, situándolo en el 1,1%.
Para la Cámara de Bilbao, el factor clave de este lento crecimiento es cierta ralentización de la recuperación del sector industrial, con un empeoramiento de la cartera de pedidos y un nivel excesivo de stocks de productos terminados, aunque las perspectivas de producción mejoran de un modo apreciable.
El panorama de la construcción es el más sombrío, constituyendo la principal rémora de la actividad económica. La progresiva finalización y paralización de los planes de apoyo al sector y el mal estado de las arcas públicas están provocando un retroceso de la licitación oficial. No obstante, el mercado inmobiliario comienza a mostrar algunos síntomas de recuperación. La compraventa de viviendas en Bizkaia ha aumentado 15,4%, en enero.
El sector de servicios, por su parte, muestra un comportamiento heterogéneo entre sus distintos subsectores, pero manteniendo también una línea de suave recuperación. El comercio minorista está muy debilitado, afectado por la escasa reactivación del consumo, el repunte de la inflación y la congelación salarial. Sin embargo, el turismo sigue siendo uno de los subsectores que mejor se ha comportando en la actual coyuntura registrando -en los dos primeros meses de 2011- un incremento de la cifra de viajeros del 2,8% y en las pernoctaciones del 0,3%. Las cifras de los tráficos de transporte, Puerto y Aeropuerto, van recuperando poco a poco valores cada vez más positivos. Los datos de enero-marzo presentan un crecimiento del 9,1% para el tráfico de mercancías y del 1,6 en el número de pasajeros.
La recuperación de nuestra economía, aunque escasa, está animando a la creación de nuevas empresas: en el primer trimestre de 2011 se han constituido 543 nuevas sociedades en Bizkaia, lo que supone un aumento en 42 empresas sobre la cifra de 2010.
El principal pilar de crecimiento sigue siendo el sector exterior. La recuperación de las principales economías europeas está ayudando a que las empresas incrementen sus ventas al exterior y su grado de internacionalización. En este sentido, las exportaciones vizcaínas crecieron un 29,4% durante enero. Las importaciones también aceleraron su crecimiento (47,9%), aunque la evolución tiene ver con la escalada de los precios de la energía.
El mercado de trabajo sigue en precario. La fragilidad de la recuperación económica no permite cambiar su tendencia y comenzar a crear empleo, de modo que el proceso de destrucción de la ocupación no se puede dar por finalizado. Los datos del primer trimestre de 2011 son muy preocupantes. La tasa de paro ha pasado del 10,6%, en el último trimestre de 2010, al 12,2% en el primer trimestre de 2011, con un incremento en 9.600 personas desempleadas.
En definitiva, aunque se mantiene una línea de suave recuperación, 2011 va a seguir siendo un año difícil para nuestras empresas. La recuperación de la actividad económica y del mercado de trabajo va más lenta de lo anunciado.
Por ahora, no hay repunte a la vista y habrá que esperar a que las reformas tengan el efecto deseado. De seguir el alza de los precios energéticos no será posible atenuar el crecimiento de la inflación (3,5%), lo que acabará afectando al consumo, la producción y el empleo. Además, la subida de los tipos de interés (1,25%) coge a nuestra economía en un momento delicado, restando capacidad de gasto a los hogares y dificultando la inversión en las empresas.
Nos enfrentamos a una situación con una peligrosa dependencia del sector exterior y de la evolución económica de nuestros principales países clientes, y en la que el problema del paro difícilmente se verá solucionado a corto plazo.
En estos momentos, en opinión del presidente de la Cámara de Bilbao, José Ángel Corres, “resulta prioritario decidir si nos dejamos llevar por la inercia o atendemos decididamente los ajustes estructurales pendientes. Si mantenemos las cosas como están o sometemos las decisiones económicas al momento sociopolítico, la recuperación será lenta y débil, el crecimiento lánguido y escasamente útil para el país”. A juicio de José Ángel Corres, “hay que reaccionar con rapidez y eficacia, con objetivos precisos, de forma coordinada y con la activa participación de todos”.